Si hace un mes me hubiesen preguntado dónde está la Plaza Patriótica, no hubiera tenido respuesta. La desconocía. Hasta que días atrás, cruzando con mi hijo Alexis por la puerta de la Atarazana en la Zona Colonial, deambulamos por la explanada paralela al río Ozama. Miro a la izquierda, ‘¡Allí hay dos bustos!’. Al acercarnos leo en el pedestal la identificación: Plaza Patriótica y debajo en cada uno su nombre respectivo: Almirante Juan Alejandro Acosta, fundador de la Marina de Guerra; Almirante José Padilla Ortiz, Contramaestre del Apostadero de Cartagena.
Deshacemos los pasos y, por el mismo paseo, nos dirigimos hacia la Puerta de San Diego. Tras un corto trecho cruzamos sobre un pequeño pontón con alguna tabla medio suelta, pasamos junto a bancos que ofrecen la oportunidad de un alto en el camino y, casi delante de la Puerta de San Diego ¡otro busto! Esta vez de Juan Pablo Duarte. También aquí dice Plaza Patriótica. Ahora sí entiendo lo del nombre. Por falta de un buen desagüe hay agua de lluvia hacia un rincón estancada y charcos bajo la puerta que formó parte del muro de la ciudad.