El tan cascareado proceso de saneamiento del río Yaque del Norte, no solo debe limitarse a las jornadas de reforestación, ni la recuperación del arroyo Gurabo, obra iniciada por el actual gobierno, la cual debe ser replicada a las demás fuentes acuíferas, que descargan contaminantes a la principal fuente de agua del Cibao.
A su paso por Santiago dicha caudal reciben descarga contaminante de los arroyos y cañadas de Nibaje, Pontezuela, Arroyo Hondo, Pastor, Arenquillo y otros, los cuales dados los niveles de contaminación han ido reduciendo su caudal.
De ahí que el trabajo realizado en el arroyo Gurabo, debe replicarse hacia los demás afluentes, que sus descargas con el paso del tiempo están extinguiendo el caudal de tan importante fuente acuífera, que suple de agua potable y de regadío, no solo a Santiago, sino también a gran parte de la Línea Noroeste.
Son muchas las instituciones que por décadas han anunciado proyectos de saneamiento y rescate de dicha fuente acuífera, pero los resultados no han sido los más esperados.
Por lo que todas esas instituciones junto a las autoridades municipales y otras dependencias del Estado deben juntar voluntades, para desarrollar un proyecto integral que dé al traste con la recuperación del moribundo y ante otrora Yaque del Norte.
El arroyo Gurabo nace en La Cumbre, Santiago, dentro del Parque Ecológico El Café, La Cumbre. Esta subcuenca hidrográfica es la más importante, posiblemente, para la ciudad de Santiago en el aspecto socioeconómico de las subcuencas que tienen su origen en la cordillera septentrional.
En su paso se encuentran todas las esferas sociales, desde los barrios más pobres hasta las urbanizaciones más modernas y desde espacios comerciales completos del centro de la ciudad hasta las pequeñas pulperías de las riberas del Gurabo. Ocupa el 26% de la superficie total de Santiago con un área de 43 kilómetros cuadrados, 28 de zona urbana y 15 de suburbana.
El agua del arroyo Gurabo en su inicio es utilizada como potable, en los quehaceres domésticos y en la pecuaria, sirviendo además para la conservación ecológica del lugar, convirtiéndose en las zonas urbana y suburbana, en agua no apta para cualquier uso humano y agropecuario, debido a su alta concentración química y bacteriológica.
Atención forestal El estado actual de la parte alta de la subcuenta Gurabo y de los demás arroyos citados es de prioritaria atención en lo referente a su situación forestal y el saneamiento de dichos afluentes, los cuales los asentamientos humanos a sus pasos, se han convertido en causantes del gran daño que afecta al que fuera el otrora Río Yaque.
