La Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI), condenó de forma enérgica, los atropellos a los cuales han sido sometido los comunitarios de Arroyo Vuelta, Zambrana, Cotuí, incluyendo a un sacerdote que ha tratado de mediar ante la situación, y dicha comunidad que lucha por mantener un medio ambiente sano y se resisten a la expansión de la Barrick Gold en su comunidad.
Indica que estos comunitarios hacen uso de sus derechos constitucionales al defender su medio ambiente y lo peor que pudieran hacer las autoridades es que en consecuencia de esto, los policías y militares los traten como si fueran invasores y que apoyen estas destrucciones ambientales.
En estos países bananeros, las transnacionales se creen que pueden hacer lo que quieran y no tienen leyes que respetar ni reglas que cumplir.
Solo les interesan los enormes beneficios de las extracciones, aunque a pesar de ello a los países victimas de sus garras solo les dejan la destrucción ambiental y la miseria social.
Peor aún, nuestros gobiernos se arrodillan ante el poder de estas transnacionales imperiales, a pesar de que está demostrado hasta la saciedad que realmente quienes se desarrollan y se enriquecen son sus países.
Todos los países sometidos a la megaminería solo pueden exhibir su miseria y las huellas de una sobrexplotación inmisericorde de nuestros recursos naturales.
La minería y más aún la megaminería es la responsable de la degradación ambiental donde operan, haciendo llegar sus impactos a gran parte del territorio.
Las extracciones mineras requieren de la eliminación de los ecosistemas boscosos y comprometen la calidad del agua de todo el sistema hidrográfico, es decir, envenena el agua que consumimos.