Las autoridades anunciaron el desmantelamiento de una segunda fábrica de alcohol adulterado, esta vez en la sección El Jobo, en el municipio de Neyba, en la provincia Bahoruco, en donde se producía la conocida bebida «clerén» o «triculí».
Según una comunicación de prensa de la Policía, en el operativo se decomisaron 20 tanques, con un líquido lechoso de color marrón, además de 20 galones que contenían parte de la bebida terminada, la cual fue vertida entre los matorrales.
«Esta bebida está prohibida por ley debido a los graves riesgos que representa para la salud humana», indica la Policía.
Agregó que su Departamento de Investigaciones acelera la identificación del presunto propietario, conocido solo como «José», para ponerlo a disposición de la justicia.
En San Pedro de Macorís:
Ayer, el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) informó que su Cuerpo Especializado de Control de Combustibles y Comercio de Mercancías (Ceccom), desmanteló también una fábrica clandestina de 61,317.6 litros de un líquido presumiblemente alcohol, no apto para el consumo humano.
El operativo se llevó a cabo en la comunidad Jengibral, Batey Ulloa, Municipio Quisqueya, en San Pedro de Macorís, e incluyó, además, la destrucción de 9,463 litros de melaza y 4,163 litros de aceite quemado, los que fueron fabricados en violación a la ley 42-01 y 17-19 sobre comercio ilícitos.
Además del Ceccom, en el operativo participaron su Departamento de Inteligencia, la Dirección Regional Este de la Policía Nacional y la Comisión Mixta Interinstitucional.
En el 2021 fallecieron 95 personas y se intoxicaron 248, de los que 241 ocurrieron a partir del dos de abril, fecha de asueto en el país por la celebración del Viernes Santo, durante la pandemia del Covid-19.
Los envenenamientos se produjeron por el consumo de las bebidas alcohólicas, en su mayoría marcas reconocidas que habían sido falsificadas y elaboradas con metanol, un químico de alta toxicidad.