Calificada como tierra de Dios y donde siempre permanece la primavera, así es Jarabacoa, un municipio frecuentemente visitado por personas de todo el país y hasta del mundo, su clima fresco que se mantiene todo el año, ríos y hermosas zonas atraen cada año miles de visitantes.
Este municipio ubicado en la Cordillera Central, específicamente en la provincia de La Vega y a menos de tres horas de Santo Domingo, es famoso por sus edificaciones ubicadas entre la naturaleza, sus calles florecidas, casas en las montañas y restaurantes coloridos y de comida criolla.
Este turístico pueblo tiene como característica la unión de los ríos Yaque del Norte y Jimenoa en la comunidad La Confluencia. “Es una chulería”, comentó Genaro Mota, uno de sus residentes.
Mota contó que la principal avenida de Jarabacoa es La Confluencia, “es uno de los sitios más importantes del municipio”.
Un centro turístico refrescante para los visitantes acompañado de un parque recreativo para todas la familia.
Visitar sus ríos es una de las principales opciones de los forasteros, el corrido de su agua fría y cristalina se puede escuchar desde lejos, atrayendo aún más a la gente. A pesar de esto, en algunas zonas del río Jimenoa se observan acumulaciones de basura.
Hospedarse en cualquiera de sus pequeñas comunidades es trasladarse a la vida campestre rodeada de montañas y una temperatura siempre fresca.
Su pequeño pueblo, que al caminar por sus calles se recorre un camino cubierto de sombrillas coloridas, música para alegrar el alma y sus «bonche-bus» que brindan paseos para conocer cada rinconcito, es lo que atrae más a la gente para una perfecta escapada de la ciudad.
Aunque en su calle Mario Nelson Galan, donde se aprecia el camino de las sombrillas, muchas de estas se observan en malas condiciones.
Los restaurantes con sus variedades de platos criollos y tragos, además de sus puestos fotográficos son otras de las atracciones de los turistas. Entre estos están los famosos Helados Ivón, la gente hace fila para saborear cada uno de sus sabores. A la vez, el senderismo, el paseo por las montañas, andar en buggies, la cabalgata en caballos y el rafting son actividades comunes del lugar.
Esta comunidad es caracterizada también por su famoso Festival de las Flores que se celebra cada año y atrae cientos de visitantes en busca de su planta ideal.
De Jarabacoa la gente no sale sin un buen pedazo de arepa, pues se ha vuelto también el municipio de las arepas. En su carreta los puestos de venta de arepa son muy usuales y muchos son los visitantes que hacen sus paradas en busca de la mejor arepa.
A pesar de todas estas atracciones, muchos fueron los moradores que comentaron que ha estado poblándose de extranjeros haitianos, en especial en el barrio Blanco.
Sin duda alguna, una maravillosa opción para desconectarse de la ciudad, recorrer sus montañas frías, cabalgar entre sus ríos y degustar un buen helado es Jarabacoa.