El presidente estadounidense, Joe Biden, definió este domingo el ataque a tiros contra su rival republicano Donald Trump como un «intento de magnicidio» y prometió seguridad «elevada» para el candidato y la convención republicana que comienza este lunes.
En unas declaraciones desde la Roosevelt Room de la Casa Blanca, Biden pidió a los estadounidenses que no hagan especulaciones sobre las motivaciones del supuesto atacante, que fue abatido en un tejado cercano al acto de campaña en el que Trump sufrió una herida leve por una de las balas que rasgó la oreja derecha.
«La investigación está en los estadios iniciales. No tenemos ninguna información sobre los motivos del tirador. Sabemos quién es. Urjo a todo el mundo, que, por favor, no hagan especulaciones sobre los motivos y afiliaciones», indicó el mandatario, que prometió todos los recursos necesarios para la investigación.
«Lo primero que quiero hacer que Trump, como expresidente y nominado del Partido Republicano, que ya reciba un nivel de seguridad elevada«, señaló Biden.
Trump todavía no es oficialmente el candidato a la presidencia del Partido Republicano, lo que normalmente hace que el Servicio Secreto aumente la seguridad, aunque Trump como expresidente ya tenía derecho a protección de ese cuerpo de protección del Ejecutivo.
Biden anunció que ha pedido a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, a que revise «todas las medidas de seguridad para la Convención Nacional Republicana», que comienza mañana en Milwaukee (Wisconsin) y se prolongará hasta el jueves.
Como tercera medida el presidente ha solicitado una revisión independiente de los hechos que ocurrieron el sábado en el mitin de Butler (Pensilvania).
Biden dijo que hablará a la nación con más detalle esta noche desde el Despacho Oval. La campaña electoral ya tumultuosa acaba de alcanzar con este intento de magnicidio un nivel de tensión sin precedentes.
Thomas Matthew Crooks, de 20 años y de un pueblo vecino, disparó varios tiros contra Trump con un rifle del tipo AR-15 desde un tejado cercano fuera del perímetro del evento del sábado, al que asistían miles de personas.
Además de herir a Trump, que fue evacuado por un grupo de agentes del Servicio Secreto, el atacante mató a un asistente, que hoy Biden recordó que murió protegiendo a su familia, e hirió de gravedad a otros dos.
El atacante fue abatido por francotiradores del Servicio Secreto, pero los analistas televisivos critican que ese punto vulnerable en un edificio cercano no fuera considerado para evitar que nadie accediera a un punto con un tiro limpio hacia el escenario.