La ONU ha ordenado la evacuación de todos sus trabajadores no esenciales en Haití a causa del incremento de la violencia por las continuas manifestaciones en las calles del país, alegando que el personal de la ONU es vulnerable a secuestros y a posibles ataques.
La orden de evacuación se produce tan solo dos meses después de que el Consejo de Seguridad de la ONU votara a favor de prorrogar el mandato de su Oficina Integrada en Haití por un año y ampliar su personal, según ha podido saber el Miami Herald.
Con todo, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado la violencia en todas sus formas que se ha producido en el país en las últimas semanas y ha hecho un llamamiento a todos los actores para que colaboren en la desescalada de la situación y garanticen «el retorno a la calma».
Según ha detallado la Secretaría General en un comunicado, la jefa de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH), Helen La Lime, continúa intensificando sus buenas relaciones con los representantes del Gobierno, los actores políticos, los grupos de la sociedad civil y las partes interesadas del sector privado.
Todo ello, en concreto, en busca de un compromiso para «una transición pacífica» que conduzca a la restauración de las instituciones elegidas democráticamente.
La MINUSTAH ha seguido alentando a las partes interesadas de Haití a entablar debates constructivos sobre las formas de trazar un camino común hacia adelante y seguirá apoyando los esfuerzos dirigidos por los haitianos para lograr un acuerdo de transición consensuado, según ha detallado la ONU.
Además, tras los ataques a los almacenes respaldados por la ONU en diferentes ciudades de Haití, la coordinadora residente y humanitaria de la ONU en Haití, Ulrika Richardson, ha pedido un acceso seguro para los trabajadores humanitarios y los suministros.
También ha destacado la «importante» contribución de las ONG internacionales y locales, subrayando que trabajan a menudo «en situaciones volátiles y peligrosas en todo el país», ya que muchas de esas organizaciones han sido objetivo directo de los saqueadores.
La ola de protestas iniciada en Haití hace unas semanas ha dejado al país «paralizado» y ha provocado un empeoramiento de la ya de por sí grave situación humanitaria, según la ONU, que detecta tímidos esfuerzos para volver a la normalidad en estos últimos días.
La inseguridad y el aumento del coste de vida subyacen bajo este malestar social, agudizado por la retirada de los subsidios al combustible decretada por el primer ministro, Ariel Henry, que tomó las riendas del país más pobre del hemisferio occidental tras el asesinato en julio de 2021 del entonces presidente, Jovenel Moise.