Los españoles ven cada vez más próxima la vuelta a la normalidad con el fin desde este sábado del uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos, aunque preocupa un ligero repunte de contagios, en especial entre jóvenes.
El final de la obligación de llevar la mascarilla en la calle fue recibido con alivio después de más de un año de obligatoriedad, aunque la medida también es vista con preocupación por quienes la consideran prematura.
Mientras unos celebraron desde la medianoche el fin de la obligatoriedad, otros la siguieron llevando, ya sea por costumbre o por precaución.
Cuando los relojes marcaron las 00:00 hora local, muchos lanzaron sus mascarillas al vuelo en ciudades como Madrid, pero luego a lo largo del día se seguía viendo a mucha gente con ella.
A partir de ahora no es obligatorio llevarla puesta, solo llevar una consigo por si es necesario cuando no sea posible mantener la distancia de seguridad, en casos como aglomeraciones de gente, mientras que sigue siendo preceptivo en interiores, como transporte público o comercio.