El color, el olor o la transparencia de la orina son indicadores del estado de hidratación de una persona, pero también pueden ser indicadores de algunas enfermedades urinarias o de otro tipo, como alteraciones en el páncreas, hígado o diabetes. También está asociado a la dieta diaria que realizamos y que puede estar generando problemas en el resto del organismo.
Cuando orinamos de color amarillo claro estamos ante un estado normal. En este caso, los niveles de urobilina mezclada con el agua, dan como resultado este color. Si por el contrario bebemos más cantidad de agua, estaremos ante la presencia de una sobrehidratación.
La orina de color anaranjada puede deberse al consumo de ciertos alimentos, como la zanahoria o la remolacha, pero también, puede indicar algún problema en el hígado. Por su parte, el tono azul verdoso puede deberse a la ingesta de espárragos o señalar infecciones de orina bacterianas, sobre todo si está acompañada de un olor más intenso.
Cuando el color de la orina es café, indica que hemos comido algo que le de esa pigmentación o puede ser consecuencia del consumo de algunos medicamentos. Por otro lado, indica problemas a niveles hepáticos. Con respecto al olor de la orina, este puede deberse a la alimentación como el consumo de café o a infecciones urinarias.