Han pasado 60 años de la caída de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, uno de los regímenes más sangrientos en la historia de América Latina.
El 30 de mayo de 1961, siete hombres ajusticiaron al dictador y aquí te compartimos ocho curiosidades del atentado.
1. El tirano acostumbraba visitar su hacienda Fundación en San Cristóbal para verse con mujeres jóvenes y usaba un uniforme militar en específico, lo que sirvió de señal para los ajusticiadores.
2. El atentado estaba planeado para luego de mediados de semana, pero fue un martes debido a que Trujillo cambió sus planes de imprevisto.
3. Quienes participaron del complot eran hombres del círculo cercano a Trujillo, que estaban hastiados de los crímenes y excesos de poder del dictador, entre ellos el general José René (Pupo) Román, jefe de las Fuerzas Armadas.
4. El plan era secuestrar y hacer preso al dictador, para luego comunicárselo al ministro de las Fuerzas Armadas, quien se encargaría de dar un golpe de Estado. Pero ninguna de estas cosas pasaron, sino que lo mataron.
5. Trujillo se defendió contra los fusiles con un revólver calibre 38 corto, y murió tras recibir seis balazos. Mientras que el vehículo en el que andaba recibió algunos 60. Su chofer recibió siete y sobrevivió. Murió finalmente en el año 1999.
6. Los complotados acordaron que matarían a cualquiera que resultara herido, pero no lo hicieron. Las autoridades interrogaron a Pedro Livio Cedeño (parte del grupo de acción) y al chofer de Trujillo, Zacarías de la Cruz, lo que resultó más adelante en la persecución y asesinato de la mayoría de los involucrados.
7. En uno de los interrogatorios, Pedro Livio Cedeño dijo que los fusiles automáticos M-1 utilizados habían sido suministrados por personal cercano a la embajada de Estados Unidos en el país.
8. El último tiro que recibió el dictador, según la partida de defunción, le provocó una herida de bala con orificio de entrada en el dedo índice de la mano izquierda.
La muerte de Trujillo puso fin a 31 años de una sangrienta dictadura.
Desde entonces mataron al chivo es una frase común para referirse al ajusticiamiento.