La época navideña implica una serie de costumbres y tradiciones en las que participa el común de la gente, sin embargo, el significado que cada persona atribuye a la Navidad puede ser muy diferente.
Para el sociólogo Antoine Fiallo las diversas variantes que se han desarrollado en la historia del cristianismo determina la forma en que se asume la Navidad y, sobre todo, la manera en que viven los cristianos durante todo el resto del año.
Son muy diversas las interpretaciones que se hacen del relato bíblico sobre el nacimiento de Jesús: el lugar, la familia que le rodeó, las condiciones de pobreza en que nació.
Fiallo entiende que hay un conflicto entre el mensaje del cristianismo y la utilización de la celebración para fines comerciales. En ese sentido, cree pertinente preguntarse si se está celebrando el nacimiento de Jesucristo o a Santa Claus.
“Una cosa es que una persona tenga la creencia de que Jesucristo efectivamente nació y que trajo como consecuencia una reflexión sobre lo que debe hacer la humanidad y otra cosa es la imagen de Santa Claus, que es la persona que va a garantizar el que haya una determinada vida de gasto y de costo en la sociedad”, reflexiona el sociólogo.
Independientemente del sentido que se atribuya a la Navidad, gran parte de la sociedad se concentra más en prácticas festivas para la fecha. Por esa razón, el sacerdote católico Gregorio Alegría pide no olvidar que la Navidad es una fiesta religiosa con la que se conmemora el nacimiento del hijo de Dios.
Lamenta que esta conmemoración “se ha paganizado y la gente no recuerda por qué celebramos la Navidad”.
La forma correcta de celebrarla, según él, es con la familia, con la comunidad de creyentes y “construyendo una sociedad de valores positivos, que son el amor, la paz, la justicia y la solidaridad”.