Apple se ha visto obligada a reducir la producción de iPads para utilizar componentes, como los chips, en los iPhone 13, una medida que ha implementado la compañía tecnológica como consecuencia de la escasez de suministros y en particular de semiconductores a nivel global.
Según ha informado Nikkei, Apple ha recortado la producción de estas tabletas, que comparten diferentes componentes con los iPhone 13, para destinar sus chips a estos teléfonos y dar prioridad a su venta ante la escasez mundial de suministros.
Además de haber frenado la fabricación de estos dispositivos en un 50 % en los últimos meses (teniendo en cuenta que el iPhone 13 comenzó a comercializarse a finales de septiembre), Apple reduce la producción de iPads para destinar sus chips a los iPhone 13.
La compañía se ha centrado en la fabricación de su último lanzamiento porque, al tratarse de una novedad, prevé una mayor demanda con respecto al iPad conforme los mercados occidentales vuelvan a mostrar índices prepandémicos, según ha asegurado este medio.
Debido a esta falta de componentes electrónicos, situación que proviene de una demanda masiva de dispositivos durante el confinamiento, Apple se vio en una situación similar en 2020, cuando reasignó algunas piezas del iPad al iPhone 12.
Las pérdidas que ha generado la escasez de chips han sido millonarias. Según ha asegurado en una reciente entrevista para Financial Times el jefe financiero de Apple, Luca Maestri, la compañía ha dejado de ganar 6,000 millones de dólares.