Hacia el extremo este de la calle del Sol, en Santiago, desde el balcón de la habitación del hotel contemplo las blancas torres de la Iglesia de Nuestra Señora de la Altagracia. Está en la ruta que he trazado para andar por esta vía mientras Alexis, mi hijo menor, asiste a una exposición en el Centro León. A los pocos minutos de caminar veo en la acera de al frente el famoso restaurante Pez Dorado. Me parece que años ha tenía otra ubicación. Llego al Parque Colón. Me adentro entre sus paseos mirando cómo junto a cada árbol hay un letrero. Indica su nombre común, su nombre científico y la familia a la cual pertenece. ¡Qué interesante! De pronto mi vista tropieza con la reproducción de tres carabelas: las que vinieron con Cristóbal Colón. Más allá hay murales con escenas del Descubrimiento. Este parque, delimitado por las calles del Sol, Cuba, José Cabrera y Luperón, se construyó en 1897, pero en la década del 2000 fue reconstruido. Frente a la plaza está la Iglesia de Nuestra Señora de la Altagracia. Empezó a erigirse en 1947, siendo consagrada en 1953. Reemplazó al templo de 1874.
Doy la vuelta rumbo hacia el oeste, paso junto a un solitario limpiabotas recostado de un muro y en la esquina con la calle Sánchez me detengo curiosa a escuchar la conversación de un coquero con sus clientes. ‘¿Cómo se llena de agua?’, pregunta uno. Me quedo perpleja. Otro hace una comparación: ‘Es lo mismo como la gallina y el huevo’. Me río. Sabia respuesta. En esta andadura paso ante un local en cuya puerta un hombre reparte volantes mientras pregona: ‘¡Todos los seguros cogemos!’. Tal parece que alude a la limpieza bucal. De pronto, de entre mis dedos se desliza hasta el suelo el bolígrafo. A punto de agacharme, un joven transeúnte acercándose me dice ‘Permítame pasárselo’. Su cortesía me asombra. Se lo agradezco.
Casas antiguas
En la otra acera en la calle del Sol está la casa número 73. El arquitecto Holger R. Escoto, en ‘Historia de la arquitectura dominicana’, la incluye entre ‘las casas importantes del antiguo Santiago, que se encuentran en el mapa del patrimonio monumental de Santiago’. Era de la familia Batlle, luego fue residencia de los Cabral. Ahora tiene un letrero de ‘Vende o Alquila’. Otro letrero la señala como ‘Proyecto Aprobado Restauración’. Me pregunto si habrá quien se interese por ella.
Estilo Lilisiano
‘Algunos historiadores, entre ellos J. G.Campillo Pérez, denominan el estilo santiagués Lilisiano por ser durante este período que adquirió su máximo esplendor’. (Arquitecto Holger R. Escoto).