La Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) 2021 ha sido el primer encuentro del sector turismo internacional desde que se declaró la pandemia en marzo del año pasado.
Pases de ingreso digitales, presentación de pruebas PCR o de antígenos como requisito para entrar al recinto Ifema, uso obligatorio de mascarillas, geles desinfectantes por doquier y menos participantes, muchos menos. A la edición de 2020 asistieron 165 países, mientras que este año han sido solo 55, entre ellos República Dominicana.
El asesor del presidente Luis Abinader en materia turística, Joel Santos, entiende que en Fitur 2021 se realizarán menos reuniones entre inversionistas y países, pero sabe que los encuentros que se realicen serán claves.
“Hay que trabajar para la coyuntura, que es la recuperación, y también para el futuro de la industria. Hay mucho requerimiento de infraestructura para desarrollar nuevos polos turísticos en el futuro”, dice Santos desde el stand de República Dominicana en la feria.
Cuando habla de los nuevos segmentos se refiere al desarrollo de un turismo que no solo sea de playa, que es como se le conoce a República Dominicana fuera de sus fronteras, sino también que otras áreas como el golf, la montaña, el turismo deportivo, las excursiones o los cruceros atraigan a los visitantes extranjeros.
Considera que existe una necesidad de esos nuevos segmentos de mercado y que “en ello tenemos que trabajar, en la inversión y en el fortalecimiento de los lazos de demanda para que podamos atraer a nuevos turistas”, señala el asesor presidencial en materia de turismo.
Santos indica que las expectativas son altas y resalta la conexión y coordinación entre los sectores público y privado para lograr la atención de las inversiones que diversifiquen el turismo. Las regiones del país más apropiadas para hacerlo, dice el asesor presidencial, son Miches, Juan Dolio, Samaná y Puerto Plata, cuyo desarrollo debe ser reenfocado para su recuperación, además de Pedernales, que es la gran apuesta del Gobierno de Abinader.
“Lo que tenemos claro es que nuestro turismo tiene que continuar con su proceso de diversificación. Las personas, para visitar el país, van a querer cosas nuevas, más actividades al aire libre. Sobre esos cimientos deberá desarrollarse la industria hacia el futuro”, manifiesta Santos.
El último vagón de la recuperación
El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo de Repùblica Dominicana (Asonahores), Andrés Marranzini, aprovecha Fitur 2021 para recordar que el país es un destino abierto y que está operando en el marco del COVID-19 con bajísima presencia del virus entre los turistas. Marranzini dice que la tasa de positividad en aeropuertos ha sido menor al 1 % desde que se reabrieron las fronteras dominicanas.
Pero el sector necesita que Canadá, el país que más turistas emite hacia República Dominicana después de Estados Unidos, permita a sus ciudadanos viajar. “Si Canadá abre, lograremos cuatro millones de turistas este año. Si no abre, es un reto llegar a ese número”, explica el vicepresidente ejecutivo de Asonahores. Ese país aporta tradicionalmente alrededor de un millón de viajeros al año.
Los cuatro millones de meta que tiene el gremio turístico luce pequeño, si se compara con los niveles de visitas que recibe anualmente República Dominicana: en 2019, un año que no fue exactamente el mejor debido a la crisis reputacional por la muerte de varios turistas, el país recibió un total de 6.44 millones de visitantes no residentes. En 2020, tras el impacto de la pandemia, a República Dominicana apenas llegaron 2.4 millones de turistas.
“Con esto de la pandemia, siempre nos vimos como el último vagón en arrancar, pero con fe de que seremos el vagón que va a impulsar el tren en algún momento”, dice Marranzini.
Marranzini explica que casi un 70 % de las habitaciones hoteleras se encuentran abiertas ya. Este miércoles, durante la inau- guración de Fitur 2021, el ministro de Turismo, David Collado, indicaba que en mayo seguiría aumentando el número de visitantes -un 10 % más que los 326,000 viajeros de abril, según sus proyecciones-, lo que mejorará la ocupación.
Al respecto, el empresario turístico, Frank Rainieri, resalta que la recuperación es un hecho claro “y lo dicen las estadísticas de marzo, que fue el mejor mes desde el año pasado; en abril subimos un 12% en la llegada de turistas por el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, y ya en mayo vamos por encima del mes de abril. Eso quiere decir que el crecimiento es sostenido”, dice.
Rainieri explica que para los próximos julio y agosto se espera un crecimiento por encima del 50 % con respecto a las llegadas registradas en 2019. “Eso es importante para el país porque esos números son una reactivación.
El turismo interno como salvavidas
Por su parte, el presidente de Asonahores, Rafael Blanco Tejera, reitera la importancia de que las fronteras canadienses se abran para poder reactivar, especialmente, la zona norte del país, que ha sido una de las más afectadas por la pandemia del COVID-19, una que también recibe muchos turistas europeos, que todavía no se atreven a salir de sus países.
“Las zonas deprimidas que dependen normalmente de Europa, como Puerto Plata, Sosúa, Cabarete, han recibido mucho turismo interno”, indica Blanco Tejera.
Resalta que el turismo interno en República Dominicana normalmente no representaba ni un 10 % del total; sin embargo, dice que con las estrategias aplicadas para atraer a visitantes inusuales, la tasa de ocupación interna ha llegado hasta 30 % en los fines de semana, algo que el presidente de Asonahores espera que se mantenga en el futuro.
“Muchos dominicanos han apreciado el nivel de producto que tenemos y la calidad del turismo. Ha sido una oportunidad para que vayan a los distintos destinos y esperamos que se mantenga así”, resalta el presidente de Asonahores.